dimecres, 9 de març del 2011

Capítulo 20. Hispania visigoda. Las invasiones germánicas. La creación del reino visigodo.


I.                   Las invasiones y asentamiento visigodo

Honorio, como todos los príncipes de los siglos IV-V, tuvo un reinado básicamente militar. Su principal problema son las fronteras en permanente tensión, que se rompen permanentemente y al mismo tiempo el número de pueblos aumenta por los movimientos en la zona báltica y en los territorios de más allá de los Balcanes. A finales del sigo IV entran pueblos que vienen de zonas occidentales y que se mueven hacia el sur por motivos climáticos. Pero a partir del año 375 Roma empieza a valorar la posibilidad de dejar entrar algunos contingentes moderados con el objetivo de conseguir la estabilidad fronteriza y reducir los gastos en defensa. En esa situación el año 375 se deja entrar a godos junto al Danubio, hacia el 380 godos aceptados junto al Danubio. No son pueblo bárbaros, sino que son contingentes de godos.

Pero junto a ellos hay otros contingentes a los que Roma no consiente su entrada pacífica y esto provoca algunas invasiones, como el 405-406 en pleno gobierno de Honorio, como los Ostrogodos de Radagaiso invaden la cuenca del Danubio y asolan algunas ciudades de Italia, y en el 406 Estilicón lucha contra los Ostrogodos en Italia.

Sin embargo en la Península Ibérica la situación es distinta, puesto que en el mundo romano de occidente en esos momentos empieza a sufrir con un problema: la ruptura de la frontera por el Rhin. Y al romperse entran los que sí llamamos “pueblos bárbaros” (los godos lo hacen por el Danubio). Lo hacen en un momento en que Honorio se encuentra en un nuevo intento de secesión, y un monarca que no pertenece a la nobleza, Constantino III, se hace con el control de occidente. Honorio tiene un doble problema:

-         La ruptura del Rhin
-         La secesión

La PI se queda asilada del reino de occidente de Honorio y queda en manos del hijo del usurpador, Constante II,  cuya corte está en Zaragoza. Hispania queda aislada a comienzos del siglo V (año 408). Eso hace que la PI quede en debilidad militar, así como que la PI no tenga el nivel de recaudación fiscal de antes y se convierte en el punto más débil de todo el imperio de Honorio. Esa invasión se produce en el año 409.

En octubre del 409 Geroncio, la mano militar de estos dos usurpadores, consiente la entrada en Hispania de Vándalos, Alanos y Suevos, seguramente con la intención de reducir la influencia de Constantino III en la PI. Esta ocupación es pacífica, no violenta. Se llega a un acuerdo con ellos para repartirse la PI. Los golpistas (padre e hijo) se quedan con la Tarraconense y el resto del territorio se asigna a estas poblaciones. ¿Por qué se hace este acuerdo? Porque los golpistas son también usurpadores. Hay diferencias étnicas muy precisas, no son genéricamente bárbaros y lo único que les une es que han cruzado el Rhin. Pero proceden de zonas muy distintas.

Calculamos que todo el contingente que entró en el año 409 no debe alcanzar el 5% de la población total. Esto significa que hay un 95% de población hispano-romana. Esa entrada se ha explicado de muchas maneras. La historiografía tiende a pensar que se buscaba compensar la relación de fuerzas (no contra Honorio) sino entre los propios golpistas. Geroncio estaba buscando tener un ejército propio que le permitiera revelarse contra estos dos personajes y dar un golpe de Estado a su vez (lo cual de hecho ocurrió).

Mientras tanto en el Danubio seguían las negociaciones con los godos y éstos finalmente habían ocupado pacíficamente las Galias. En esas circunstancias para Honorio y para el resto de los tetrarcas los godos se podían convertir en un fácil ejército mercenario para oponerse a los usurpadores.  De tal manera que el año 412  los pueblos godos que están intentando llegar a occidente son autorizados a instalarse en la PI por Honorio. Y Ataúlfo y sus tropas visigodas establece su corte en Barcelona. Es el primer caudillo godo asentado en territorio occidental.

Godos à este (territorio Balcánico)
Visigodos à oeste (Occidente)

Los godos, aunque entraron por el Danubio hoy en día hay un cierto consenso historiográfico y todos los pueblos godos que conocemos como visigodos proceden de las zonas bálticas. Son gentes de permanente movimiento al menos desde el siglo II. Y hoy en día se da por hecho de que son descendientes directos de los contingentes a los que habían hecho frente ya: Claudio II y Aureliano. Y sólo a partir del gobierno de Honorio se habían conseguido asentar en sus territorios. Y los visigodos comenzaron a marchar hacia occidente. En el tiempo en que los visigodos marcharon por el interior de las fronteras del IR se cristianizaron y además se hicieron arrianos. Porque quien les autoriza a establecerse en territorio romano es Teodosio y su hijo Honorio. Es un fenómeno curioso, porque el imperio todavía no es arriano.

A partir de ese momento por los acuerdos con los que había llegado Honorio se les utilizó como tropa mercenaria en todas las guerras. Intervinieron en Hispania contra suevos, vándalos y alanos. Participan en distintas campañas militares contra los pueblos bárbaros y se convierten en tropa mercenaria. Esa situación termina cano el debilitamiento extremo de la dinastía romana en el siglo V esos godos dejan de ser mercenarios y pasan a ser responsables de sus zonas. Esa primera evidencia de que han pasado a ser autónomos y ya no se comportan como mercenarios la tenemos en el año 472 cuando Eurico se anexiona toda la Tarraconense. A partir de este año hablamos ya de una España visigoda políticamente hablando, porque culturalmente seguimos hablando de tradición hispano-romana.

            A partir del año 472 en historia se suelen dividir dos períodos en el reino visigodo:

1-     Reino visigodo arriano (472-586) à de Eurico a Leovigildo
2-     Reino visigodo católico (586-715)

  1. REINO VISIGODO ARRIANO (472-586)

Es una etapa interesante desde el punto de vista histórico, donde las tendencias de las diversas facciones se manifiestan con mucha fuerza y coexisten las tradiciones, locales, romanas, visigodas y bizantinas.

El territorio bracaroaugustano está ocupado por suevos mayoritariamente. Sobre la religión indígena del convento de Bracara Augusta se superpone repentinamente un contingente suevo que por su época de entrada y la zona de la que procede están cristianizados pero son contrarios al arrianismo, pues son representantes de la ortodoxia cristiana de tiempos de Constantino. De otra parte, de la Hispania central, está ocupada los visigodos, territorio donde estaban las grandes villas de la Meseta y hay que asociarlos a la posesión de tierras y a la residencia en las villas rústicas y que desde el punto de vista religioso son arrianos. Mientras, tanto en la zona meridional, una zona conquistada por los contingentes militares del IR de Oriente que se convierte en una provincia bizantina, desde el Júcar hasta la desembocadura del Guadalquivir (554-629).

Así pues, la caracterización étnica de los siglos V-IV-III a.C. está aflorando a través de las culturas que en esos momentos están ocupando el territorio. Son las mejores zonas de producción cerealística y los visigodos era justamente lo que buscaban. Por tanto hay un interés económico y  NO una reactivación étnica. Asimismo, sigue habiendo en estas zonas restos de religiones indígenas. La virtud de los monarcas de este primer reino visigodo fue concebir que la mejor forma de unificar el territorio era retomar la idea de Constantino I cuando utilizando la religión como mérito político. Se aprovecha lo constantiniano, por tanto, así como la política de Graciano de confundir el líder político con el líder religioso. Por tanto, consiguen una unificación religiosa, de la que deriva una religión política.  

En ese ámbito se produce la Convocatoria del Segundo Concilio de Toledo del año 580 el cual parecería pasado de moda a los ojos del mundo romano, puesto que es una reproducción del concilio de Nicea, donde se habla de arrianismo, de ortodoxia católica y las posturas vuelven a encontrarse con la misma virulencia.

La realidad es que dicho concilio consiguió al menos que todos aquellos territorios que no estaban firmemente caracterizados como suevos o bizantinos entraban en una sola estrategia política, bajo los monarcas visigodos con dos zonas todavía fuera de control: zona sur y septentrional.

  1. El reino visigodo católico( 586-715)

Recaredo (586-601) realiza un movimiento de unificar la élite hispano-romana a la nobleza visigoda que controla la corte y lo convierte en una élite hispano-visigoda.  


II. Vándalos, suevos y alanos en 409
III. Administración del reino visigodo (472-715)

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