dimecres, 9 de març del 2011

Capítulo 9. Economía de Hispania romana I: los recursos naturales.


I.- El clima y las posibilidades del territorio

La PI desde el punto de vista geográfico era bastante parecida al que podemos ver hoy. Grandes zonas boscosas en el cuadrante suroccidental y luego amplias zonas Con esa vegetación en la m. Norte, sur y en el Mediterráneo. Los grandes llanos de la m norte y sur son similares al que había en época romana, utilizados para las grandes villas rurales con cultivo de secano.

La diferencia con respecto a la época romana es la cartográfica. Roma no disponía de un sistema de información geográfica suficientemente elaborado. NO llegaron a determinar la forma exacta de la PI. Sin embargo, durante los siglos I, II sí tuvieron información exacta de la ubicación de los principales recursos naturales, porque éstos eran explotados con anterioridad por las poblaciones locales, sin tener que buscar recursos nuevos.

Podemos decir que había localizado el 90% de los recursos de la PI, a excepción de materiales con los que no disponía de tecnología para trabajarlos (como el uranio). En la práctica llegó a los mismos resultados a los que se puede llegar hoy.

Exactamente lo mismo sucede con las explotaciones agrícolas: se basan en amplios programas de colonización agrícola de los cartagineses y en las prácticas de los indígenas. Roma, a comienzos de siglo I conoce perfectamente las características de la agricultura en la PI. Destaca la producción maderera, que es determinante para Roma, porque en el sistema de trabajo la madera es lo que sirve para entibar, para fabricar los instrumentos para extraer el agua de las minas, etc. Es un recurso que no se exportaban y que tenía una utilidad como medio de obtención de otros productos.

Imagen: mapa de la presencia de los índices de vegetación à en azul los índices medios que muestran zonas que pueden combinar regadío y secano. Destaca la alta concentración de recursos madereros

II.- Recursos naturales y distribución de la población

            Las fuentes antiguas nos hablan mucho sobre los recursos naturales. Si vamos a Plinio, con su Historia Natural: “toda Hispania abunda en yacimientos de plomo, hierro, cobre, plata y oro. La ulterior produce también espejuelo, así como la Bética minio Hay también canteras de mármol....”. La descripción es exagerada. 

Circulan mitos de que los ríos de la PI albergan en sus cauces pepitas de oro à exageración. Hay noticias de la existencia de la plata de Sierra Morena.

El tercer recurso que Roma sabía que existía era la producción de estaño, que era un mineral estratégico en el mundo antiguo. El estaño hacía falta para la producción de moneda y en el resto de Europa carecía de éste. Había, además, evidencias físicas de Roma de que los recursos a obtener se encontraban en las minas de Cerro, las de Ríotinto y las de cobre del sur de Navarra.

Así pues: oro de los ríos, plata de Sierra Morena, estaño del noroeste, cobre de Cerro Muriano, Riotinto y Navarra.

Cuando Estrabón habla de la PI en su Geografía nos dice “al incendiarse un bosque ascendía ala superficie oro y plata”.

III.- Minería

Hay dos trabajos que recogen todas las fuentes antiguas, que tiene todas las noticias literarias:

-                          J.M. Blázquez. Explotaciones mineras en Hispania durante la República y el Alto Imperio Romano
-                           Fuentes literarias griegas y romanas referentes a las explotaciones mineras de la PI

Respecto a la minería de la PI el texto más famoso que tenemos es de Diodoro de Sicilia que le dedicó un largo pasaje.

1. Áreas mineras y distritos

Sabemos por plinio, Estrabón, Diodoro, que tenían perfectamente compartimentado su sistema de explotación. Se habla con frecuencia de distritos mineros, pero:

¿Existieron distritos? à No en términos jurídicos hasta Adriano. Pero como área geográfica de explotación existe desde mucho antes.

El distrito es:

1. Área geográfica con recursos mineros homogéneos
2. Susceptible de ser explotada con la mínima estructura à ésta es la razón por la que en muchas minas se encuentran cadáveres de niños, puesto que los niños esclavos eran la herramienta perfecta para entrar en los lugares necesarios.

Atendiendo a esos dos criterios en la PI Roma organizó varios distritos de pacto dedicados  a la explotación de distintos metales y llegó a organizar la disposición de sus tropas en función de estos distritos. En la literatura pero también en el comportamiento romano cada distrito se asocia a un metal:

- Plata/ plomo en Cartagena y Sierra Morena
- Oro en el Noroeste
- Cibario en Sisapo àsabemos que el cinabrio se exportaba a Roma tal cual y allí se limpiaban sus impurezas y se vendía. Del cinabrio se sacaban dos productos: el mercurio y un producto residual en forma de polvo rojo que se utilizaba como base de pintura. A priori el desarrollo tecnológico de época helenística determinaría el crecimiento de máquinas hidráulicas que aprovechara la expansión del mercurio en altas temperaturas. Pero esas utilidades industriales requerían cantidades inmensas de mercurio en comparación con lo que se podía extraía de Sisapo. ¿Qué hizo Roma con las toneladas extraídas de Sisapo que nosotros no podemos ubicar en ninguno de los conjuntos tecnológicos del mundo antiguo? Además, el mercurio no es un metal que puede volatilizarse, sino que mantiene sus propiedades durante miles de años.

            Lo que se puede descartar es que el sistema de división provincial fuera trazado en función de las minas. Pero sí había una especialización:

- La citerior/tarraconense asociada al oro
- Bética asociada a la plata

Algunos de esos conventos jurídicos tenían mayor especialización en un producto y eso hizo que se adaptara la organización administrativa a la explotación minera de manera que dos capitales conventuales: Asturica Augusta (oro) y Cartago Nova (plata) se convirtieran en las capitales de los distritos mineros.

Mapa: las áreas de explotación minera conocidas hoy en día son:

-                          Puntos negros à actividad de explotación organizada
-                          En color tres grandes zonas que son áreas básicas de explotación à plata en Sierra Morena y toda la producción del cinabrio de almadén, y toda el área de Cartago Nova; también zona de la cuenca media del Tajo relacionada con la explotación.

Principales distritos mineros según el mapa:

  1. Noroeste à oro de las Médulas à caracterizado por los paisajes semilunares resultantes con el sistema de explotación. Cuando Roma explotó estas zonas mineras buscaba únicamente el oro sin saber que estaba desechando el volframio. El sistema de explotación es un sistema conocido como la “Ruina de los Montes”, en latín “Arruggia” à grandes galerías para conseguir que la montaña fuera permeable. Desde grandes estanques situados en toda la periferia se trasladaba el agua a otros estanques donde el agua se embalsaba. Esa agua ase lanzaba hacia la montaña con gran presión, lo que hacía que se derrumbara, y el barro arrastrado se conducía mediante tuberías y los esclavos cogían las pepitas de oro. Roma trasladó todos los efectivos militares. No es casualidad que León sea el asentamiento de las tropas de Hispania, pues sirvió para vigilar la exportación y explotación de estas minas. En muchas de estas zonas de explotación tenemos multitud de inscripciones de militares que están acampados en estos territorios. Esa zona por su alejamiento de Tarraco tenía su propio sistema de control administrativo dependiente del procurador financiero de la citerior que residía en la capital, Asturica Augusta. Éste supervisaba la extracción del oro y creó además oficinas de metales, pequeños centros de control de explotación cerca de las explotaciones mineras. Eran estructuras muy sencillas que albergaban a 10-12 funcionarios.

  1. Sudeste: plata, plomo, hierro, cobre à hay muchas evidencias de ésta. Entorno inmediato de Cartagena, sin embargo de esa zona el material salía de una zona completamente distinta a como estábamos acostumbrados en las minas de las Médulas. El material que salió de las minas del suroeste salió en forma de lingotes, tanto de plata como de plomo, pero con la forma definitiva para su uso industrial y con la marca del propietario.


  1. Mons Mauritana: plata, hierro cinabrio
  2. Suroeste: plata , cobre
  3. Meseta Sur: lapis specularis à situado en todo el centro de la Meseta, en torno a los 800 m de altura, de yeso cristalizado y sabemos por Plinio que eran las acumulaciones de material de todo el Mediterráneo. Este material es el empleado para todas las ventanas de todas las ciudades antiguas del MED hasta que se generalizó el vidrio soplado. Además, molido y mezclado con arena proporcionaba una superficie brillante para los juegos circenses de Roma y echarlo por el suelo de manera que produjera un efecto audiovisual adicional. Hoy por hoy son las únicas minas secretas en España y en Occidente en general. Están sujetas a vigilancia puesto que dentro se encuentran especies animales extinguidas, con multitud de animales por identificar. Galerías de en torno a 70 Km. y fueron una de las mayores minas del mundo. Imagen: talla de una pieza que iba destinada a una ventana. De estas minas procede el único contrapeso de control de mineral que conocemos en Hispania à es una pieza de 10 libras, unos 3kg, que procede de Uete en la provincia de Cuenca? Y sirve para medir las cantidades de material que salían por el puerto de Cartagena.


2. Organización de las minas. Vipasca.

Con respecto a la explotación minera sabemos poco. Sobre la propiedad del Estado romano sobre las minas como dicen Plinio y Estrabón se cuestionan, pues parece que fueron mucha propiedad privada. Sin embargo, el Estado se reservó las zonas estratégicas, oro y plata, de manera que los beneficios llegaran al erario público romano. Eso implicaba tener funcionarios con grandes conocimientos y preparación, lo que supuso que a partir del siglo II (Antoninos) hizo que aparecieran funcionarios de rango ecuestre especializados en las minas. Probablemente éstos tuvieron el rango de procuradores augustales.

De todos ellos el más conocido es Gaius Iulius Silvanius Melanio, un personaje originario de Smiyrna, que dedicó toda su vida a la administración minera y de hecho tenemos su huella en los lugares marcados con puntos amarillos: primero trabajó minas de oro de Dalmacia, luego en Britania, Galia Narbonense y su cuarto destinado fue el distrito minero de las Médulas, donde residió en Astorga, donde dejó muchas huellas de su presencia hacia divinidades de su Anatolia natal. En Astorga dedicó varios altares en su domicilio particular, todos en griego, y entre otras cosas dedicó uno de estos altares a la Némesis de Smyrna (para dejar constancia de su origen). Una vez terminó su labro al servicio del estado romano, sabedor de las riquezas mineras, se convirtió en administrador de algunas minas de lapiz specularis, pero no ya para el Estado romano sino para beneficiarse él. De este último paso tenemos varias huellas suyas, todas ellas altares, procedentes de sus domicilios, dedicados a dioses griegos. Este personaje hay que situarlo entre época de Septimio Severo y Caracalla (193-217), momento de intensidad fronteriza de manera que había que aumentar los fondos destinados a las tropas y al mantenimiento del nimes por lo que había que disponer de este tipo de funcionarios que iban a contribuir de forma eficaz al saneamiento de las haciendas imperiales.

De la administración de las minas tenemos huellas para la época de Adriano, procedente del distrito minero de Vipasca (sur de Portugal, cerca de la actual Aljustrel), fue uno de los grandes distritos mineros. Conocemos de ese distrito unas placas de bronce que son las llamadas “leyes adrianeras de Vipasca”, que son dos placas de bronce exactamente iguales en su aspecto a las constituciones, pero que tratan exclusivamente del funcionamiento minero. Éstas regulan todo lo relativo a las concesiones que el Estado romano hace para la exportación de las minas y al mismo tiempo regulan el funcionamiento de todas las comunidades habitadas que están instaladas en la zona minera. Ahí se indica cómo se obtiene la condición de arrendatario, y las explicaciones sobre la normativa local por la que se rige toda esa comunidad minera, que no era un municipio, sino que tenía un régimen especial. Estas leyes de comienzos del siglo II son indicador de que en otros distritos mineros sucediera algo similar, como en las Médulas.

3. Mano de obra y tecnología

La mano de obra empleada en las minas fue una mano de obra esclava. Plinio dice que en las minas de Cartagena llegaron a trabajar al mismo tiempo 20.000 esclavos, y cifras similares se recogen en el resto de fuentes antiguas. Fue sostenida por esclavos y sólo gracias a ésta fue mantenida, ya que las técnicas de extracción eran tan rudimentarias que la cantidad de minerales que salía de los pozos era insignificante. Estos esclavos de las minas, con una esperanza media de vida en torno a sólo 25 años, con un altísimo nivel de defunciones, estos esclavos procedían de contingentes de prisioneros de guerra, y en otras ocasiones eran esclavos comprados para trabajar en las minas en el Mediterráneo. Oriental. Por lo menos en el siglo I muchos de estos esclavos eran indígenas y que habían ido tenido descendencia que según la ley, se mantenía la condición de esclavo. Esto garantizaba una mano de obra permanente.

            Ese régimen de esclavitud aceptaba a gente de todas las edades, sin ninguna protección a la infancia. En la minería se empleó con mucha frecuencia el trabajo infantil, debido al régimen de explotación. Las minas no siempre eran galerías subterráneas, sino que con mucha frecuencia se explotaban filones a cielo abierto que se seguían, y las únicas personas que podían pasar a veces por los estrechos filones eran los niños. Esa explotación infantil se puede ver en la multitud de cadáveres de niños, sobre todo en las minas de Sierra Morena. Tenemos evidencias epigráficas de ese trabajo, como es la Estela de Jaén, en la que aparece representado un niño de 7 años, que lleva en la mano una cesta en la que transportar el mineral y en la mano izquierda lleva una pequeña picoleta de minero.

            Además de esa población infantil hubo una población adulta y de esa peculiar representación que es el relieve de los mineros de Riotinto (Huelva), y representa excepcionalmente a una serie de trabajadores de la mina en el momento en que se disponen a entrar en el Tajo.

4. La exportación del mineral

Respecto al sistema de explotación tenemos muchas huellas, y la mayor parte de ellas son recipientes, como el que procede el de las Médulas, en el Museo de Oviedo. El mayor problema técnico en la explotación mineral no era desprender el producto en bruto, sino extraer el agua que se acumulaba. Hay un principio en geología: cualquier espacio que se excava o se vacía hace de sifón de toda el agua de su entorno. Este principio es general y funciona en todos los terrenos. La mayor parte de su esfuerzo tecnológico se dirigió a la extracción del agua. Para ello se recurrió a la tecnología helenística, que ya había desarrollado algunos instrumentos, no sólo en la Península Balcánica, sino también en ANATOLIA Y EN TODAS las minas de occidente Roma utilizó como máquina principal de extracción de agua el Tornillo de Arquímedes, que se utilizaban de forma combinada. Todavía se pudo recuperar uno en las minas de Riotinto a comienzos del siglo XX cuya maqueta conserva el Museo Nacional de la Ciencia en Madrid.

Junto a los tornillos de Arquímedes, junto a Riotinto, de donde procede la mayor parte de nuestros datos destaca un sistema de norias. La mayor parte del coste de la explotación se encuentra en la inversión tecnológica, ya que la mano de obra era gratuita.

De todas las minas que conocemos la mejor que conocemos es la de Riotinto y desde el punto de vista de los poblados la mejor es el de La Loba, en Fuenteovejuna,

No hay producción minera para el autoabastecimiento de Hispania, puesto que se contaba con pequeñas minas sin actividad industrial que servían para suministrar el material necesario para crear monedas, etc. Pero en las grandes minas todo el metal se exportaba, lo cual plantea muchos problemas desde el punto de vista logístico, sobre todo en lo relativo al transporte. El mayor problema lo planteó el de las Médulas, porque obligaba a largos desplazamientos terrestres para poder ser comercializado. En ningún caso Roma empleó la fachada atlántica mediterránea como área de exportación. Ya que el índice de naufragios en esa costa era muy alto, de manera que el oro de las Médulas viajó por vía terrestre hacia el sur para salir por Cádiz. Esto en condiciones normales habría disparado los costes, pero de la vigilancia de este transporte se ocupó la guarnición militar acantonada en León para garantizar que ese oro llegara al sur.

El lapiz ___ utilizó como vía de exportación la calzada que se dirigía a Cartagena y por aquí salió también la exportación del distrito de plata de Sierra Morena, puesto que la vía que los une se abrió el año 9 a.C. según certifican los mojones. Todas las zonas mineras buscaron en puertos exceptuando los que salían de Gades y Cartago Nova que hemos comentado. Pese a ello Roma creó una infraestructura alternativa de exportación para casos extremos a través del puerto de la Coruña a través de Briganitum, lo que explicaría la construcción del faro.

El material en su régimen de exportación se intentaba depurar  a pie de mina para reducir el peso. Las minas salen con alto nivel de impurezas, y para evitarlo que purificó a pie de mina. Pero lo único que no se purificaba fue el cinabrio para la obtención de mercurio del distrito de Almadén, que viajaba a Roma en Bruto y se depuraba en Ostia. Y el mejor ejemplo de esa transformación son las barras de exportación de plomo de las minas de Cartagena. Se conocen pequeños lingotes de plata sin marcas, pero el grueso de esos materiales son éstas (40-50kg cada uno) y se utilizaban como lastre de los barcos. Eso barcos en algunos casos naufragaron y en todas las rutas marítimas entre la PI Y LA P. Itálica tenemos multitud de estas barras que se han recuperados. Por ello sabemos que las barras de plomo iban marcadas con el nombre del propietario de la mina, gracias a lo cual sabemos que la mayor parte de las minas estaban en manos de propietarios itálicos originarios de la zona del Lacio y de Campania que habían adquirido estas propiedades en tiempos de César y que mantuvieron su explotación durante varias décadas.

IV.- Agricultura y ganadería

1. El régimen de centuriaciones

En el régimen agrícola de la PI el objetivo de Roma desde el momento inicial de la conquista estuvo en le producción de cereal debido a que es un componente básico de la dieta romana.

            En Italia, a partir de augusto Roma garantizó por ley el suministro de harina y aceite diario a toda la población de Roma que no podía conseguirla por sí misma y en estos tiempos tiene 1.000.000 de ciudadanos, por lo que abastecía cientos de miles de productos. Para ello la organización territorial se basó en gran medida en principios de eficacia agrícola, es decir, de control exacto de las zonas de secano, las irrigables y de qué zonas se podían obtener otros productos. Esto se materializó en lo que Roma denominó las centuriaciones à espacio parcelado en polígonos idénticos que responde a una unidad de medida que es el iugerum 2.500m2, por lo que una centuria son unos 250.000 m2, que garantiza el abastecimiento de una familia., Todas las formas que lo permitían fueron centuriadas, lo que al mismo tiempo permitía que el Estado romano fijara los espacios de circulación comunes y evitara con ello que surgieran disputas en el futuro.

            De esas centuriaciones eran espacialmente intensas y cuidadosas en las zonas próximas a colonias de veteranos, puesto que en esas colonias al recibir el licenciamiento recibían algunos de esos lotes, destacando la placa de Elche que es una de las evidencias de esos lotes.

            Para garantizar que esa centuriación iba a ser duradera y no se iba a transformar de forma unilateral dejaron en las ciudades registros físicos de las dimensiones de cada parcela y de los límites de cada servidumbre. Con esa formación las ciudades tuvieron funciones distintas: unas guardaron la información catastral, mientras que otras lo hicieran público. Una de las mejores evidencias de esas parcelaciones hechas públicas, es el catastro de la ciudad francesa de Orange, una imagen en piedra tallada, con información del régimen de propiedad, de tal manera que cualquier ciudadano podía conocerlo exactamente.

2. Áreas de cultivo: Cereal, vid y olivo

            Con esa distribución territorial la PI a partir de los últimos momentos de César se intensificó el régimen e explotación agrícola. Tenemos muchos tratados de agricultura donde se explican las virtudes del suelo peninsular y las técnicas de explotación, pero de todos ellos el más completo es el tratado de Columela, natural de Gades, que  en consecuencia escribía sobre la riqueza del territorio. Destaca su tratado de Agricitulra, De re rustica,  fechado en edad de Claudio. Además, recogieron muchas noticias sobre las riquezas en Estrabón y Plinio. Disponemos además de un registro iconográfico muy amplio, sobre todo en monedas. La mayor parte de los centro agrícolas en la Bética, incorporaron en el reverso algunas referencias a su especialización agrícola (espigas de trigo, hojas de parra o de vid…), incluso tenemos otra moneda que tiene la representación de un arado, el arado púnico por excelencia.

            Esas referencias iconográficas se alternan también con algunas imágenes, como la estela funeraria de un agricultor en Cartagena, un liberto de origen indígena.

            La información literaria es sobre todo una información referida a la Bética, puesto que es el territorio donde se encuentran la mayor parte de la posesión de senadores y de familias itálicas y eso hizo que los escritores antiguos hablaran sobre ello, como Estrabón. Siempre hicieron referencia a su alta fertilidad. En esas fuentes llama la atención, sin embargo, el contraste que estos mismos autores hacen con las zonas septentrionales y centrales de la PI. Cuando habla de la agricultura, Estrabón mantiene esa clasificación de la PI tan rígida: la Bética es muy fértil y los territorios del interior y del norte son pobres y con agricultura menos desarrollada, mencionando la ganadería y los frutos en este caso. Por tanto nos explica que no tienen interés estratégico. Lo mismo ocurre cuando habla de la Carpetania y Celtiberia, y Estrabón dice que son zonas muy pobres aplicando tópicos, a pesar de que son grandes zonas productoras de trigo.

            ¿Qué sabemos nosotros al margen de Estrabón? En todos esos territorios pobres que él dice, como Carpetania y Celtiberia hay ya colonización agraria itálica, así como colonización agraria de gentes procedentes de la costa mediterránea. Hay una intensificación del cultivo que se prolongará sobre todo durante los siglos I y II.

            El avance de las centuriaciones en tiempos de Augusto permitió poner en explotación todas las aptas para la explotación, y sobre todo permitió dar un propietario público o privado a cada cm2. Pero en esa regulación de la propiedad, como ejemplo Mérida es el mejor, se distinguió con claridad lo que eran propiedades de uso privado de las ciudades de espacios de aprovechamiento público para incrementar el patrimonio el algunas colonias o municipios.

            El territorio de Mérida era el mayor de todos los asignados a colonias de todo el territorio romano, y de ése la tercera parte se distribuyó a manos privadas, dejando lo demás como espacios comunes porque eran los que albergaban los recursos naturales de los que una ciudad se podía servir: canteras, zonas de pasto, explotación maderera. Parece que toda la retribución fiscal iba a parar al Estado.

En el caso de Mérida, además de los pastos y de la explotación maderera fue una de las zonas más ricas de Hispania por la posesión de las canteras de Mármol de la zona de Évora, pero al margen de esa frontera el resto eran de explotación agrícola o maderera.

Hay evidencias de muchos pequeños propietarios que probablemente son mayoría en la producción de cereal  y vid, y también latifundios que predominan sobre todo en la producción de aceite. Esto condicionaba fundamentalmente la exportación, pues les hacía depender exclusivamente de las compras del Estado, por lo que era el Estado el que tenía mayor precio a la hora de establecer los precios.

Ese control de los precios por parte del Estado hizo que muchos pequeños propietarios se vieran abocados a dotarse de mano de obra esclava para el trabajo agrícola, puesto que apenas llegaban muchas veces a alcanzar los costes de producción. En el ámbito del aceite la mano de obra fue desde el principio mano de obra esclava y fueron autónomos al 10% para la exportación de sus productos, de manera que el precio del aceite no estuvo habitualmente en manos del Estado, sino que eran los propietarios de las fincas béticas los que lo fijaban y controlaban la exportación.

TRIGO

Cuando hablamos de la producción de trigo hablamos de un trigo que no es el mismo que el actual. El cultivado en la PI procede de especies introducidas en época tartésica y prerromana y que producía aproximadamente la mitad de lo que se podía obtener hoy, en condiciones de agricultura ecológica. Esa producción agr´ciola fue concebida como uan forma de mantener al ejército y desde el momento se planeó su exportación masiva hacia Italia.

Cuando los Escipicones intervienen en Hispania Roma está utilizando al menos la isla de Sicilia como principal fuete de suministro para mantener a producción. Pero er ainsifuciente para manterner a Italia, por lo que comenzaron las exportaciones masivas desde Hispania. La exportación de trigo en el año 203 a.C. había echoi caer el preico del trigo. Pero a partir del final de la IIGP Sicilia y la PI fueron los exportadores principales hasta la derrota de Cleopatra y Marco Antonio en el año 31 a.C., y a partir de entonces fue Egipto tambíen como principal exportador. Ahora cada uno de ellos utilizaba un puerto dusitnos de Italia: Hispania el de Ostia, Sicilia el de Tarento y Egipto el de . Con esto Italia se aseguró un suministro regular de trigo.

Esta exportación fue regular durante todo el principado pero experimentó un cierto declive a partir de los Antoninos. El suministro de grano de la PI se reduje al aumentar el de Egipto a partir de entonces.

LA VID

Plinio llega a mencionar diversas variedades y a Plinio y, sobre todo a Marcial, debemos los conocimientos sobre las diferencias entre unos vinos y otros y su apreciación en los paraderos romanos. Según las fuentes antiguas había tres producción antiguas:
-                          la Bética, de baja calidad
-                          El vino Layetano, el vino próximo a Barcelona, más apreciado
-                          Producción muy reducida, el vino Balearico, el de mayor calidad

Esa producción vinícola empezó a pasar progresivamente  a manos de familias de las élites locales, y en algunos casos empezó a depender de familias senatoriales que llevaron a cabo una exportación sistemática hacia Italia, pero también hacia el norte de África y hacia la Península Itálica. Pero lo fundamental es que esta producción vinícola tuvo un límite temporal en el gobierno de Domiciano, quien en su afán de proteger el viñedo de las provincias itálicas dicta mediadas en el año 92 proteccionistas (arrancar la mitad de las viñas) hacia Italia. La zona layetana fue la única en que la reducción fue mínima.

EL OLIVO

Alcanzó su cenit al menos en época de Augusto, sino antes. Hispania suministró aceite a una población romana que necesitaba grandes cantidades, y en consecuencia las exportaciones se convirtieron en un sector estratégico al que se dedicó Roma, incluyendo la vigilancia de las rutas marítimas. Esa producción fue especialmente importante en tiempos de los Antoninos. El aumento de  producción de cereal tiene que ver con la de aceite.

Conocemos la ubicación de muchos de los puntos agrícolas donde se producía y disponemos de muchas fuentes que nos hablan de los torcularia, y además conocemos muchos centros de producción de las ánforas destinadas a esa exportación  (figlinae o alfarerías) y además en esas ánforas  se recogía una compleja información organizada en varias filas de datos.

El registro de los datos del Testaccio demuestra que la mayor parte del aceite que se exportó a Roma procedía del valle del Guadalquivir, fundamentalmente en torno a Lora del Río, la antigua ciudad de Arva, sobre todo a lo largo de todo el siglo II d.C.

3. Exportaciones
V.- Pesca y salazones

            En la ganadería hay que destacar a partir de la época romana la producción ganadera alcanzó sus límites máximos sobre todo para la obtención de carne, dado que la carne es el componente básico de la dieta a partir de Augusto y César. Y esa producción de carne no se puede obtener exclusivamente en Italia. Hay que tener en cuenta también que una gran parte del desarrollo de la ganadería supuso la aparición de nuevos tejidos y de vestimenta teniendo en cuenta que la población fueron adquiriendo hábitos propios del mundo romano (togas, etc), de manera que la producción de lana sobre todo empezó a hilarse de formas muy distintas y tiñendo con muchísima variedad para la producción de tejidos, porque la mayor parte de los tejidos de calidad que se exportaban venían de zonas en las que no había tradición industrial, como es Valencia.

            No hay que olvidar la producción de salazones y pesquerías. Estrabón y Plinio hablan de la riqueza de los mares hispanos, con variedad y cantidad de especies. Los salazones se producía en todo el litoral de la península, y sobre todo en los territorios de las antiguas factorías fenicias, por lo que éstas no desaparecieron en estas épocas y tuvieron una vida prolongada. Esos lugares de tradición fenicia se convierte en los referentes de la pesca y de los salazones. Es importante la pesca del atún, y también del escombro, muy apreciado para las salazones (garum).

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